Poco antes de las 2:30 de la madrugada, un alerta radial recibido a través del 911 informó sobre la presencia de un sujeto con actitud sospechosa en la puerta de un comercio ubicado sobre Av. Gallesio, entre Mitre e Hipólito Yrigoyen.
Un móvil del Gabinete Táctico Operativo de la Comisaría Primera de Zárate, que se encontraba a escasas cuadras, acudió de inmediato. Al llegar, los efectivos sorprendieron al individuo dentro del local, luego de haber forzado la persiana metálica de ingreso.
Tras reducirlo y trasladarlo hacia afuera, la policía confirmó que se trataba de un reconocido malviviente que había sido aprehendido en múltiples ocasiones por el Centro de Operaciones Zárate (COZ). En menos de diez días, había acumulado cuatro delitos y tres detenciones por hechos que incluyeron robos en la Casa de la Juventud, el estacionamiento de un edificio en la Costanera, una obra en construcción y por haber sido observado en el techo de un comercio. En todas esas oportunidades, recuperó la libertad tras meros trámites administrativos.
Pese al esfuerzo del COZ, la Policía y la Fiscalía de Zárate, que gestionaron cuanto estuvo a su alcance para que este individuo quedara detenido, los Jueces de Garantía de Campana consideraron que su accionar no reviste la gravedad suficiente para justificar su detención.
La reincidencia del detenido volvió a encender el debate sobre la actuación judicial. Incluso el intendente Marcelo Matzkin se expresó en sus redes sociales: “no hay cámara, patrullero, policía y prevención que alcance si cuando se lo atrapa no queda adentro. Si la justicia no confía en el Estado cuando se detiene a un delincuente, no tenemos un futuro seguro. Tiene que estar presto y pagar por sus delitos”.
Al ser consultado el Secretario de Protección Ciudadana, Juan Manuel Iglesias, sobre este hecho, refirió que «estas posiciones tiran por la borda todo el trabajo que se viene realizando en mataría de prevención para los vecinos».